Las decisiones de peso económicas que tomamos en nuestra vida bien merecen unos cálculos previos con los que podamos tomar conciencia de aquello que va a suceder en nuestra cuenta bancaria, sobre todo cuando se trata de algo que se va a prolongar en el tiempo. Es el caso de los créditos, los préstamos, las hipotecas… Cuestiones que son muy importantes en nuestras vidas ya que marcan nuestro presupuesto doméstico. Por ello, si nos encontramos en uno de esos momentos en los que tenemos que realizar alguna petición de este tipo a una entidad, merece la pena que aprendamos a calcular la financiación sin que nos fallen las matemáticas. Porque un número arriba o abajo en este caso sí que importa y es necesario que tengamos todo tan atado como sea posible. De esta manera evitaremos sorpresas desagradables.
Las matemáticas financieras: el intento por atrapar la fórmula
Los términos macroeconómicos son los primeros que se nos suelen escapar. Y es que los ciudadanos de a pie no tenemos tiempo suficiente para leer y entender todas las noticias que mueven el mundo económico a nivel internacional. Pero a pesar de que pueda parecer lo contrario, lo que pasa en Estados Unidos puede tener una consecuencia directa en España. Para ello están los quants o especialistas en matemáticas financieras, que tratan de aplicar métodos científicos al funcionamiento de la economía mundial con muchos quebraderos de cabeza. De hecho, sostienen que este área no es una ciencia exacta, por lo que resulta muy difícil de predecir pero quien lo consigue acierta y gana.
Una de las cuestiones fundamentales que persiguen las matemáticas financieras es analizar, valorar y calcular el valor del dinero en el tiempo. Se trata de un concepto económico que se basa en la premisa de que es preferible recibir el pago de una suma fija en la actualidad en lugar del mismo valor nominal en el futuro. Además, si se recibe hoy una cantidad es posible obtener un interés sobre ella. Y, por último, tampoco hay que perder de vista que con el mismo dinero que hoy compramos algo determinado en el futuro no podremos, ya que la suma habrá perdido poder de compra. Algo que hay que tener en cuenta cuando calculamos el valor de un coche, por ejemplo.
A pesar de que no podemos convertirnos en unos especialistas en economía, sí que podemos tratar de informarnos a través de los medios de comunicación para saber cómo los sucesos que ocurren alrededor de todo el mundo influyen en nuestro presupuesto familiar.
¿Cómo calcular la financiación?
Sin duda, cuando bajamos a un terreno más mundano, se trata de la eterna pregunta: “¿Cuánto me va a costar esto?”. Ante todo debemos formarnos una opinión independiente sobre el caso concreto. Para ello podemos acudir a especialistas en el área, a los servicios de atención al cliente de la entidad financiera y tirar de hemerotecas para saber si hay alguna noticia relacionada con el servicio concreto en el que estamos interesados.
También pueden ayudarnos las calculadoras de financiación que podemos encontrar en internet. Las hay de las propias entidades financieras y también independientes. En cualquier caso, tenemos a nuestra disposición una gran variedad de opciones entre las que elegir. Gracias a ellas podremos realizar simulaciones de un préstamo o crédito, podremos calcular cuotas, capital, intereses…
Igualmente, las condiciones en las que se nos ofrece un servicio deben estar siempre meridianamente claras y ante cualquier duda debemos preguntar y contactar con especialistas en servicios financieros. Todo ello, por supuesto, debe figurar por escrito, ya sea en un medio físico como el papel o electrónico como un email. Y antes de dar nuestro consentimiento debemos asegurarnos de que hemos entendido la totalidad del acuerdo y que vamos a ser capaces de cumplirlo.
